Recomendado para jardines que estén a cierta altura, dónde haga bastante frío en invierno, que sufra heladas en los meses más fríos, etc. Este tipo de jardín no sería compatible con el clima templado y más bien seco y caluroso de la mayoría de zonas costeras de nuestro país.
Las ventajas de este jardín son que si se dan las condiciones adecuadas que hemos mencionado, se convierte en un jardín robusto y resistente a la mayoría de las inclemencias climatológicas que se puedan dar. Tiene un nivel medio de mantenimiento y puede subsistir sin grandes recursos hídricos.
Plantas alpinas, rododendros, pinos, abetos, enebros, helechos y especies resistentes al frío. También se pueden encontrar flores silvestres como las gencianas y las campanillas
Este tipo de jardín es ideal para climas montañosos y frescos. Ofrece un ambiente rústico y natural, aunque su mantenimiento puede ser más laborioso debido a la variedad de plantas y las condiciones climáticas cambiantes.
Se emplean elementos naturales como rocas, agua (en forma de ríos, cascadas o fuentes) y una vegetación densa y variada. La idea es recrear un paisaje natural y salvaje, con un enfoque en la biodiversidad.
